«Durante las Fallas del pasado año tuve una muy buena experiencia en un establecimiento de la conocida heladería/ yogurtería Llao Llao.

Para quienes tenemos alergia a huevo, frutos secos y fruta no nos es tarea fácil encontrar heladerías que nos puedan atender. Mi principal criterio para decidir si preguntar o no, lo cumplían: tenían una cuchara diferente para cada ingrediente. Además, me ofrecieron la carta de alérgenos, y en general se veía todo muy limpio, lo que me dio confianza. Por lo que decidí devolverles la tabla de alérgenos y pedir un yogur helado. Entonces, la persona que me atendió, se fue al interior del local, y abrió nuevas bolsas de los toppings que había pedido para asegurarse que no hubiera ninguna posible contaminación.

Desde luego, fue un acto que me marcó, ya que lo hizo sin que se lo pidiera y en un gesto muy empático, y normalizador. Por lo que pude disfrutar de un rico postre, al igual que mis amigos. No sé si se trata de una práctica implementada en este local, o de un gesto puntual, porque por experiencia en otros Llao Llao en Madrid, no he pedido por falta de confianza, e incluso por ver que metían la misma cuchara en varios toppings.

Sin embargo, si estáis en mi situación, os animo a que preguntéis en este local y averigüéis si les es posible atenderos de la misma manera.»