«¡Una alegría inesperada! Como alérgico, al viajar procuro tener controlado qué podré comer o a qué sitios acudir a preguntar antes del horario de comidas. Sin embargo, este día el hambre nos encontró a las 14:00h en plena zona turística de Roma sin nada planeado.

A 1 minuto de La Fontana de Trevi, en hora punta y con los restaurantes abarrotados. No parecía una buena opción para alguien con alergias. Sin embargo, a diferencia de los demás restaurantes de la calle, algo en Klass Restaurant me pareció diferente y me inspiró la suficiente confianza para entrar a preguntar. Al contarles mi situación, nos dijeron rápidamente que no habría problema en atendernos. Posteriormente, tras echar un vistazo a la carta (y a los platos de algunos comensales), pregunté por su vistosa pizza calzone. El camarero me detalló los escasos ingredientes que usaban y me dio la posibilidad de eliminar alguno si fuera necesario para evitar cualquier presencia de huevo. Incluso, para tranquilizarnos, me trajo la etiqueta del queso que usaban, eliminando cualquier duda y permitiendome comer relajado. Tanto el trato como la comida fue exquisito, y al poco rato estaba disfrutando de una pizza estéticamente muy bella y rellena de queso, haciendo redonda nuestra experiencia en Klass Restaurant.

Gracias a su profesionalidad y buen manejo del tema, pudimos hacer una parada para comer en una zona donde todo turista pasará, y retomar nuestra visita con total normalidad. Asique, si vais a estar en Roma, os animo a que paséis por allí (con antelación, eso sí), y averigüéis si es una buena opción para vosotros 😉»